31 de Julio Del 2020 – Comunicado De Prensa
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Contacto para los medios
Dr. Joe Brettnacher, Ph.D., Superintendente de las Escuelas Católicas
260-422-4611
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La Diócesis de Fort Wayne-South Bend anuncia que los párrocos y directores escolares decidirán cómo es mejor comenzar su ciclo escolar.
El coronavirus ha tenido un impacto dramático en las familias, escuelas católicas, parroquias y la diócesis. Aparte de los desafíos obvios para el bienestar de vida, de salud y financiero, también ha impactado nuestra habilidad de estar en comunidad los unos con los otros, nuestra recepción de los Sacramentos y la manera en la que enseñamos y servimos.
Durante meses, nuestras escuelas católicas se han estado preparando con entusiasmo para el ciclo escolar 2020-21 y sabemos que nuestros maestros y personal añoran la oportunidad de estar con los niños una vez más.
Sin embargo, es importante notar que nuestra diócesis cubre catorce condados. En cuarenta y tres escuelas, servimos a más de 13,000 niños. Algunas áreas de nuestra diócesis han visto un incremento en el coronavirus, y sin duda, padres, maestros y personal a lo largo de la diócesis han estado viendo las noticias sobre las escuelas y sus planes de reapertura.
Nuestros párrocos y directores escolares conocen mejor que nadie las necesidades de su comunidad específica, pueden trabajar de acuerdo con las recomendaciones del departamento de salud de su condado, entender los matices de sus edificios y tener los detalles de los planes de reapertura que han desarrollado durante los últimos meses. Por estas razones, los párrocos, en colaboración con sus directores escolares, decidirán cómo es mejor comenzar el ciclo escolar, ya sea con clases presenciales, un modelo híbrido, o aprendizaje remoto.
Mientras puede que algunas escuelas católicas puedan abrir con clases presenciales debido a que el espacio en su edificio permite el distanciamiento social, puede que otras escuelas católicas necesiten comenzar con un modelo híbrido o virtual y después cambiar a aprendizaje presencial más tarde.
Nos preocupamos profundamente por la salud y seguridad, crecimiento en santidad y, ultimadamente, la salvación de los niños confiados a nuest