Declaración de Monseñor Rhoades sobre la Toma de Posesión del Presidente Joseph Biden

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Apoyo firmemente la declaración del Arzobispo José Gómez, Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, en este día de la toma de posesión de Joseph R. Biden, Jr. como 46o Presidente de los Estados Unidos (Comunicado del Presidente de la USCCB, arzobispo José Gomez, sobre la Toma de Posesión de Joseph R. Biden Jr., Como 46º Presidente de Estados Unidos de América | USCCB). Animo a todos a leer esta declaración. Estoy agradecido por la clara articulación del Arzobispo sobre nuestra posición como pastores no partidistas en relación con nuestro presidente recién elegido, el segundo presidente católico en la historia de nuestra nación.

Nuestra nación necesita unidad y paz, sanación y reconciliación. Oremos por esta intención. Al mismo tiempo, somos llamados como cristianos a trabajar por estos fines. Estamos llamados a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, incluidos aquellos con quienes no estamos de acuerdo. Rechazamos toda violencia y odio. Incluso cuando hay profundos desacuerdos en política, debemos respetarnos unos a otros y entablar discusiones con cortesía, rechazando la retórica de odio y los ataques personales. Como dijo el Presidente Biden en su discurso inaugural: “Podemos vernos, no como adversarios, sino como semejantes”.

Durante la temporada de elecciones, hablé y escribí sobre nuestra responsabilidad política como católicos. Hice un llamado a los fieles para que se aferren a las enseñanzas de la Iglesia y no adopten posiciones de ninguno de los partidos políticos que sean contrarias a las verdades de nuestra fe, y no se dejen cegar por la ideología política. En su declaración, el Arzobispo Gómez afirma: “Trabajamos con todos los presidentes y todos los congresos. En algunos temas nos encontramos más del lado de los demócratas, mientras que en otros nos encontramos del lado de los republicanos. Nuestras prioridades nunca son partidistas. Somos católicos en primer lugar, y solo buscamos seguir a Cristo fielmente y promover su visión de fraternidad y comunidad humanas”.

Los católicos en nuestro país estuvieron divididos parejamente en las elecciones recientes, con la mitad votando por Joseph Biden y la mitad por Donald Trump. No importa cómo se haya votado, no debemos estar divididos por lealtades políticas o por ideologías. Debemos estar unidos en nuestra fe común y en la caridad, unidos con el Papa y los obispos en fidelidad a la doctrina moral y social de la Iglesia, y a las obligaciones de justicia y caridad que tenemos en la sociedad.

Hay asuntos y políticas del Presidente Biden y del Partido Demócrata con las que la Iglesia está de acuerdo. Espero avanzar en el trabajo conjunto para lograr una reforma migratoria integral, erradicar el racismo, abolir la pena de muerte, proteger el medio ambiente, etc. Al mismo tiempo, hay asuntos y políticas del Presidente Biden y el Partido Demócrata con los que la Iglesia está profundamente en desacuerdo porque “promoverían los males morales y amenazarían la vida y la dignidad humanas, más seriamente en las áreas del aborto, la anticoncepción, el matrimonio y el género” (declaración del Arzobispo Gómez). Nuestra libertad religiosa es otra preocupación profunda. Nos comprometeremos con la nueva administración y con el Congreso, como siempre lo hemos hecho, para proteger la vida humana, apoyar el matrimonio y la vida familiar, y proteger la libertad religiosa.

No debemos cansarnos nunca de nuestros esfuerzos por construir una cultura de amor, solidaridad, paz y justicia, basada en nuestra creencia en la dignidad fundamental de toda persona humana. En fidelidad al Evangelio de Jesús, tenemos un amor preferencial por los pobres, los débiles, los excluidos y los marginados. Creo que la doctrina social de la Iglesia no solo contribuye positivamente a las discusiones políticas de nuestra nación, sino que también aborda los problemas subyacentes, incluido el creciente relativismo moral de nuestra cultura y las nociones distorsionadas de libertad (de “derecha” o de “izquierda”), que hieren el bien común de nuestra nación.

Oremos por el Presidente Biden y su administración, así como por nuestro Congreso. También oro para que la Iglesia sea verdaderamente una levadura en la sociedad para una mayor unidad y armonía.